El estilo vintage se lleva y el marketing lo sabe. Los objetos icónicos de las décadas de los 50 y los 60 y las añoranzas de la Generación EGB tienen su público. En este enlace, por ejemplo, se puede ver cómo Colacao ha recuperado en edición limitada uno de sus envases más clásicos y cómo Mahou relanza las botellas de litro de las comidas campestres con el Seat 127 de fondo. El desayuno y la litrona posiblemente sepan igual, pero ahora son… más monos.
El mundo del motor no es ajeno a esta ‘fiebre vintage’. De hecho, es la razón de ser de algunas marcas. Un caso paradigmático es el de Vespa. Concebida como un transporte barato y popular, hoy en día no es ni barato ni popular, sino que se asocia a un estilo de vida. A igualdad de equipamiento y prestaciones es más cara que sus competidoras pero… ¿quién le dice que no a una Vespita de los 60 restaurada con mimo? ¿Y a algo que la evoca? SiAudrey Hepburn se hubiese subido a una Kawasaki, nada sería igual.
Pasando a las cuatro ruedas, el tirón de lo vintage es innegable y no faltan ejemplos. ElVolskwagen New Beetle deja claro en su nombre que quiere ser el escarabajo del siglo XXI. Comparte chasis y motorización con su ‘primo’ Golf, pero es más caro y menos espacioso. Ser mono es su razón de ser, otra cosa es que cada vez se parezca menos al automóvil original. Quizás por ello la marca encabeza ahora su web con un “Menos, ‘ooohhh, qué mono, y más…’”.
El Ford Mustang........el Mercedes SLS......... SIGUE LEYENDO EN ...