El fenómeno de la personalización de los automóviles viene de lejos. Desde que Henry Ford lanzase su histórico “puede elegir el coche en el color que desee, siempre que sea negro” los propietarios han demandado algo que distinga a sus vehículos, y las marcas han aprovechado para dárselo, siendo pioneras en el marketing personalizado. Hoy, son las propias compañías del motor quienes ‘van a buscar’ al cliente ofreciendo un automóvil a su medida mientras que el sector de los extras, el que hacía que el cliente fuese el que tuviese que moverse, pierde impulso.
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En el mundo de la automoción se decidió dar un paso más con los configuradores, pequeñas aplicaciones en las webs de las marcas que permiten personalizar tu coche soñado hasta el más mínimo detalle. Con ello ya no aspiras a un modelo, sino que el marketing te ayuda a aspirar a un modelo, en un color, con uno de los diez tipos de llantas, las costuras del asiento de una forma determinada, seis de los 37 extras, unos vinilos decorativos, funda a medida, llavero personalizado y una camiseta a juego.
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