Un artista multimedia alemán
comenzó en 2010 un movimiento de resistencia a la red. Denominado Dead Drop,
propone intercambiar contenido sin necesidad de estar conectados a Internet.
¿Cómo? A través de pendrives colocados en muros.
El juego, la resistencia a la
Red y la creatividad, fueron las principales motivaciones que llevaron a Aram
Bartholl, su creador, a lanzar este movimiento. Los pendrives pueden ser
encontrados por azar en cualquier parte del mundo, pero también existe un sitio
donde puedes localizar las coordenadas. Actualmente hay más de 1600
dispositivos en el mundo.
El termino Dead Drop es utilizado
en la jerga del espionaje. La técnica es coordinar un lugar para traspasar
información sin la necesidad que los espías se encuentren o charlen. Sin
embargo, el método de Bartholl no es discreto. Los usuarios enchufan sus
ordenadores a los pendrives ubicados en edificios sin la menor intención de
esconderse. En España hay alrededor de 66 dispositivos conectados a edificios,
listos para transmitir información sin la necesidad de la Red.
Aunque la creatividad y la puesta
en marcha del proyecto son ponderables, los peligros son inminentes. El hecho
de infecciones en los ordenadores, son bastante frecuentes. Además, al permitir
que cualquiera suba la información que quiera, se corre el riesgo de
encontrarse con archivos mal intencionados. Sin embargo, su fundador asegura
que son los mismos peligros a los que nos enfrentamos cuando estamos en
Internet.
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