lunes, 23 de marzo de 2015

Credo del emprendedor



No quiero ser una persona común.
Tengo derecho a ser diferente, si es que puedo.
Busco las oportunidades y no la seguridad. No quiero ser un ciudadano mantenido, humillado y entorpecido por el estado que me cuida.

Quiero enfrentar riesgos calculados, soñar, construir, fracasar y tener éxito.
Me resisto a cambiar mis incentivos por una limosna. Prefiero los desafíos de la vida por sobre la existencia garantizada, la excitación ante un logro por la vieja calma de la utopía.

No voy a negociar mi libertad por ninguna beneficencia, ni mi dignidad por ninguna dádiva. No me voy a agachar ante ningún amo, ni a torcerme ante ninguna amenaza.

Es mi herencia permanecer de pie, orgulloso y sin miedo, pensar y actuar por mi mismo, disfrutar del beneficio de mis creaciones y enfrentar al mundo con audacia diciendo:

"Esto, con la ayuda de Dios, lo hice yo."